martes, 6 de octubre de 2009

Aprovecha

Un día cualquiera, una clase cualquiera de una universidad cualquiera. Al acabar la clase, la profesora X se acerca y empieza una conversación con un alumno Y, el cual realiza una práctica cualquiera de una cierta asignatura conmigo. La conversación sigue como se muestra:


- Profesora X: Alumno Y, ¿por qué no viniste a la revisión del examen de "asignatura Z"?
- Alumno Y: Pues porque tenía un 4, y ya fui en junio que saqué más nota que esta y aun así no subí ni una décima... así que...
- Profesora X: Es que yo esperaba que vinieras.
- Alumno Y: Bueno pero ya te digo, para lo que habría servido...
- Profesora X: Pues esperaba a que vinieras porque había una pregunta que no sabía exactamente que es lo que hacías, es más, parecía copiada... Sólo tendrías que haber venido a explicarme de donde salía lo que habías escrito y habrías aprobado. Ahora los plazos ya están cerrados, así que no puedo hacer nada.
- Alumno X: ..............


Y sí, la profesora se queda tan ancha.


A parte de lo tragicómico de la situación, algo queda bastante claro: mejor aprovechar cualquier oportunidad para arreglar cosas, aunque todo se vea negro y parezca que no tenga solución. Y yo me aplico el cuento.


P.D: Pedí autorización al "afectado" para la publicación de esta historia, aún así mantengo su anonimato xD.

domingo, 4 de octubre de 2009

El sentimiento de la música

Ya hace muchos años que tengo el placer de poder tocar un instrumento, desde que quién me trajo al mundo me dijo a los 10 años "Oye, te he apuntado a guitarra", sin tener yo ni idea. Me enfadé bastante. Pero he acabado agradeciéndoselo. Y ahora tengo 21...


Gracias a la música he conseguido pasar momentos maravillosos. Risas, lágrimas, emoción... A medida que pasaron los años, conseguí formar lo que pensaba era un sueño, formar un grupo de música. Pero inevitablemente te vas dando cuenta de que aquello que creías un sueño es más bien como un espejismo en medio del desierto.


El amor por la música va más allá de poder tocar un instrumento. Cuando tienes otras personas a los que les gusta la música también y decides unirte a ellos para poder crear algo más, y poco a poco vas creando música a tu gusto, te sientes bien. ¿Pero qué pasa si tus objetivos no son los mismos que los del resto de personas?


Hace muy poco leí una frase: "Todos necesitamos definir prioridades en nuestras vidas. Debemos tener cuidado en como las ordenamos y luego ser consecuentes con ese orden" (Un pequeño paréntesis después de esta frase: (K) ). Cierto es que esto se puede transportar a muchas decisiones en la vida. Pero creo que esto también se puede transportar al tema de que hablo. En relación a la música puedes tener objetivos, pero después de lo que he vivido, puedo asegurar que todos son totalmente subjetivos, y poca gente comparte exactamente las mismas ideas.


¿Qué pienso yo? Cito textualmente a un gran guitarrista, Andy McKee: "No toco delante de gente para demostrar mis habilidades y ser reconocido. Quiero crear la música que me gusta y transmitir lo que pienso a través de ella". Me parece una idea respetable, aunque no la comparto al 100%. Sinceramente me basta con transmitir mis sentimientos a la/s persona/s que yo quiero. Tocar para mi y para quien yo desee realmente hacerlo.


viernes, 2 de octubre de 2009

Rutina




Oyes un ruido conocido. Extiendes tu mano para detener ese sonido que cada día te transporta de los brazos de Morfeo al mundo de verdad. Te lavas la cara, comes y bebes algo (o no), te cambias de ropa, coges el coche y recorres sobre esas ruedas X kilómetros. Buscas un aparcamiento. Pisas el freno de pie, tiras del freno de mano, apagas el motor y abres la puerta. Al abrir la puerta, tu nariz percibe algo que ya conoces. Ese olor... te recuerda algo... la rutina.


Sí, me he despertado y la rutina me ha dado de lleno en la cara. Pero más que un golpe ha sido una caricia. Suave y cariñosa, además. A diferencia de otras veces, esta vez no he sufrido el ficticio "Síndrome Post-Vacacional", de hecho creo que me ha sentado bien. Me proporciona una distracción, cosa que necesito. Sin embargo, más que una sensación de "bienestar" por tener una distracción (que no la niego), es más bien una sensación de bienestar debido a lo que ello trae a tu mente. Cosas que ocurrieron tiempo atrás por estas mismas fechas y que ocurrirán este año de nuevo, o simplemente deseas con todo tu corazón que se vuelvan a repetir. Esto último creo que lo llaman nostalgia.




Quizá estoy equivocado en llamarlo rutina. No sé qué me voy a encontrar cada día, ni siquiera sé como me encontraré de ánimos, ni de salud (pequeño guiño al tremendo dolor de cabeza que padecía ayer noche cuando empecé a escribir esto). Ni siquiera sé si te veré a ti. Cada día es una historia distinta que contar. Fíjate, ¿quién iba a decir que yo mismo iba a crear un blog? Por ahora arrancaré el coche desde donde escribo esto de camino a casa, este coche que en su corta vida tiene impregnado en su tapicería el olor de tan buenos recuerdos, escuchando una frase que dice "I'm starting to believe the ocean's much like you..." lo cual me produce una placentera sensación de nostalgia... ¿o rutina? Que cada uno piense lo que quiera.